Este jueves se ha votado en el Parlamento Europeo una resolución no vinculante legalmente sobre trabajo sexual. Su título formal era Regulación de la prostitución en la Unión: repercusiones transfronterizas y consecuencias en la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Su contenido literal es consultable aquí.
Tras este título ambiguo se escondía el ProstitutionReport, un informe de carácter marcadamente criminalizador del trabajo sexual y que supone un nuevo intento de vender en europa una criminalización generalizada de la prostitución pero bajo la engañifa nórdica de sólo multar o encarcelar al cliente y no a la mujer en la actividad. La clandestinidad resultante sabemos que es indistinguible cuando se criminaliza la oferta, la demanda o los espacios que lo albergan. Y por supuesto, los grupos de influencia que empujan estas acciones penalizadoras son los mismos que aquellos que velan por un abordaje moral del trabajo sexual en la sociedad. El único cambio sustancial es que se obvia la prostitución masculina y trans como si no existieran en un acto de acrobacia argumental para generar un discurso de victimización de la mujer más intenso.
A pesar de las advertencias de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, The Lancet, Equinox Racial Justice o agencias de Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), los partidos politicos han seguido su guión, y aunque con división de opiniones, hemos visto reproducir en los posicionamientos del escenario español con pocos matices.
En las intervenciones de la exposición, con una paupérrima afluencia de eurodiputados y un nivel de traducción simultánea muy mejorable en español, hemos visto a cinco políticos españoles. Todos han defendido la criminalización que impulsa el informe. Se pueden revisar aquí
La transcripción de sus mensajes también es accesible aquí
En resumen, bastante división interna entre partidos y un voto de aprobación que no supera la abstención y el voto negativo. Los populares europeos (PP) y socialistas y socialdemócratas (PSOE) han votado a favor de la criminalización global. Los liberales (Ciudadanos) y conservadores europeos han votado en contra (VOX se ha abstenido) Los verdes y coalición de izquierda han votado divididos. En referencia a la pertenencia de partidos en España, Ciudadanos, PNV y ERC han votado en contra de la penalización. PSOE y Partido Popular y Junts a favor, VOX se ha abstenido y los dos parlamentarios de SUMAR lo han hecho con diferente signo.
La aprobación formal de este texto abre la vía a una iniciativa legislativa sí vinculante a través de la Comisión Europea. La buena noticia es que en los porcentajes de apoyo actuales, muy posiblemente la mayoría cualificada necesaria en la UE no sería alcanzada para su aprobación final. Sin embargo ha sido triste constatar que la tergiversación evidente de las cifras de trata y las falsedades sobre el trabajo sexual utilizadas por el abolicionismo han traspasado fronteras y se escuchan en otros países de nuestro entorno.