Las principales webs del trabajo sexual bajo sanción y bloqueo
Desde la asociación StopAbolición queremos hacer llegar un mensaje a los Cuerpos Policiales en España.
1) Durante este año, algunos de los portales que conforman nuestra asociación han atendido requerimientos policiales por decenas y hasta más de cien oficios en apenas diez meses. Siempre los hemos atentido con empeño y dedicación.
2) El Ministerio de Consumo está bloqueando el tráfico de los principales portales de la actividad en España. Independientemente del incierto futuro de estas pequeñas empresas españolas, gran parte del tráfico web se está migrando a VPNs y sin duda poco a poco los pagos se trasladarán a las criptomonedas por la imposibilidad de uso de TPVs convencionales. Tanto el éxodo a Telegram como el uso de VPNs y criptomoendas creemos que dificultarán objetivamente futuras investigaciones policiales.
3) Desde los cuerpos policiales se nos hace difícil creer que nadie cuestione las abultadas cifras de trata y criminalidad que se publican en los medios. El 80 o 90% de procentaje de trata no hace sino desprestigiar la capacidad de acción de los cuerpos policiales sin que nadie advierta que las cifras del CITCO oficiales hablan de una criminalidad que sin intereses ideológicos detrás no generaría la pretendida alarma social.
4) Nos cuesta aceptar que ante la evidencia de falta de datos de rigor sobre la actividad del trabajo sexual en España, no se haya encargado ningún estudio en profundidad previo a las acciones legislativas. Y no solamente despreciando los datos, se proceda a sancionar y cerrar las webs que podrían en todo caso ofrecer la radiografía de la actividad, muy mayoritariamente ya ubicada en Internet.
Nuestra exclusión de la actividad legislativa que nos afecta y afectará nos ha hecho perder fe en las instituciones democráticas, pero no quisiéramos también perder nuestro aprecio por unas fuerzas del orden que hacen de España un país excepcional en su entorno por su baja criminalidad y su alto grado de seguridad. Sería una pena degradarlas por el interés de unos pocos dentro de corrientes ideológicas que finalmente sólo persiguen su propio interés.
