24 Jan
24Jan

El mundo del trabajo sexual no tiene fácil expresarse. No es sencillo para las trabajadoras y trabajadores del sector manifestarse, y poco medios o foros políticos ofrecen una opción de participación que proteja su anonimato.  Sin embargo, hemos llegado a un punto en el cuál la criminalización está a la vuelta de la esquina y en el sector cada vez tenemos menos que perder para expresar la verdad. 

No es serio, ni decente, que un funcionario exprese unas convicciones personales en los medios en el rol de experto del trabajo sexual. Es un experto en el delito dentro del trabajo sexual. Y esa confusión entre actividad delictiva y no delictiva no es casual ni espontánea. 

Laura nos ha hecho llegar su videocomunicado.


Antonio Asensio manifiesta abiertamente unas cifras de prostitición voluntaria nula o residuales, y alguien puede pensar que sus 14 años de experiencia podrían avalarlas como fundadas. La gran mayoria del colectivo policial sabe que no son ciertas y si apenas se procesan 500 casos delictivos (datos oficiales CITCO) al año sobre una base de actividad de 100.000 trabajadoras y trabajadores es que algo no cuadra. Para Antonio la causa es el “síndrome de Estocolmo” generalizado de nuestro sector o que las mujeres tenemos la voluntad subvertidaAtreverse a negar la voluntad a más de 99.000 ciudadanos con ese descaro sólo ha ocurrido y ocurre en el trabajo sexual. No tenemos fácil dar la réplica, pero al menos este correo viajará hasta donde pueda. Antonio Asensio, eres un oportunista. 

Sólo nos queda un mensaje por transmitir. Si los agentes de los cuerpos policiales quieren difundir su ideología y hacer política desde su cargo podrían tener derecho a hacerlo. Pero entonces las protecciones de servidores públicos que gozan no tienen sentido. Su pretendida neutralidad carecería del valor que su estatus profesional recibe. 




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