Desde StopAbolicion hemos escuchado la comparecencia del dia 24 en la Comisión de Igualdad de la Ministra Ana Redondo y relatamos brevemente:
1) Aunque la temática del trabajo sexual no estaba en la exposición de programa de la nueva Ministra, Jaime de los Santos, un antiguo conocido de nuestra asociación, sacó el tema para reprocharle al PSOE que en seis años de gobierno no habían hecho ninguna "accion" abolicionista en la Coruña. Preguntó si la nueva Ministra defendía la regulación del trabajo sexual como su colega la Ministra de Sanidad en un retaíla acelerada de preguntas-reproche sin ahorrar en gesticulación.
2) En la respuesta a su pregunta la Ministra se manifiesta abolicionista y sigue el manual de confusión de masas de sus promotores abordando la temática con el nombre conjunto de "trata". En su respuesta se refiere a acciones de otros países con evidente inseguridad y mencionando a Países Bajos como ejemplo de país abolicionista. Tras ello asegura que penalizarán la tercería locativa a través del código penal mientras ofrecen alternativas "dignas" a las 60.000 mujeres involucradas en la actividad en España.
Las intervenciones mencionadas están extraídas en el siguiente vídeo.
Desde nuestra asociación queremos manifestar que:
1) Es digno de mención que un miembro de los colectivos minoritarios LGTBI del Partido Popular busque obligar al PSOE a defender su compromiso criminalizador con el trabajo sexual. Uno de los pilares fundamentales del movimiento represor de la actividad es ignorar cualquier versión del trabajo sexual que no sea el de hombre cliente y mujer ofertante de servicios. Esas modalidades existen y también serán criminalizadas. Nos gustaría saber qué le diría Jaime a las personas LGTBI que él ansía criminalizar con sus acciones en el Congreso. Jaime de los Santos tuvo ante nuestra ponencia en la Asamblea de la Comunidad de Madrid en diciembre de 2022 una reacción especialmente agresiva y obcecada.¿Qué le molesta a Jaime exactamente del trabajo sexual? Conocemos su trato cercano con ONGs como APRAMP, salpicada de escándalos que nadie se explica cómo no han llegado aún a la Fiscalía.¿Hay alguna fidelidad oculta que debamos de conocer, Jaime?
2) Aunque parece evidente que para la ministra Ana Redondo retomar las confrontaciones que ya se vivieron en debates anteriores con el trabajo sexual no es una prioridad, tenemos que incidir en lo fundamental. ¿Cuántas trabajadoras sexuales conoce? ¿Con cuántas trabajadoras o asociaciones de trabajadoras ha hablado? La ministra tiene nuestras puertas abiertas.
3) Si nuestros legisladores tienen la capacidad de hacer leyes con gran impacto en las personas no podemos permitirnos la superficialidad ni la ignorancia. Holanda no ha abordado medidas abolicionistas recientemente. Más bien, distinguen con claridad la prostitución libre y voluntaria de la trata. Corea del Sur prohíbe los tatuajes a toda la población, si es que a la ministra le gusta como país modelo de libertades. Corea del Norte también criminaliza el trabajo sexual si le interesa. Las cifras de la prostitución no se saben fundamentalmente porque no ha interesado estudiarlas en España en sucesivos gobiernos. No podemos escuchar un día 400.000 trabajadoras, otro 45.000 y hoy 60.000 de la boca de la Ministra. No es serio.
Aún estamos esperando a que desde el gobierno se convoque a las asociaciones del sector, para poder tener voz en estos cambios en el código penal que nos retroceden a la época franquista. En efecto fue el PSOE de Ana Redondo quien despenalizó la tercería locativa en 1995 intentado eliminar el talante moralista de una ley que cuando la dictaba Franco parecía terriblemente represiva pero ahora revestida de unos cuantos datos falsos, algunos silencios policiales y mezclada con nuevas definiciones tramposas se quiere ofrecer al votante como moderna y beneficiosa.
Reclamamos la apertura de un trabajo científico que elabore un libro blanco sobre la realidad de la prostitución en España y que el debate político tenga una base de conocimiento de la sociología, que en el Congreso se escuche la voz de las trabajadoras sexuales, también de los empresarios que prestan sus servicios a mujeres que eligren libremente trabajar en sus locales, por seguridad, por higiene, y porque eligen ese ámbito para desarrollar su trabajo. La verdadera violencia se ejerce desde el poder político cuando se legisla sin tener en cuenta la voz de las personas afectadas. A los políticos, al diputado Jaime, y a la ministra, les falta conocimiento, les sobra ideología.