El pasado miércoles 23 de octubre, en la Universidad Carlos III de Madrid, el sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS protagonizó un acto público bajo el título `Despenalización del trabajo sexual, una postura programática y pro-derechos` . El evento fue auspiciado por la asociación Voces Libres , un espacio juvenil para la reflexión política desde una óptica liberal, y por el colectivo LOLA (Ladies of Liberty Alliance), una red internacional de mujeres organizadas en torno a la filosofía libertaria. Al inicio del acto, un grupo de fanáticos abolicionistas irrumpió en el salón donde se estaba desarrollando el encuentro con la intención de sabotearlo. Al grito de “fuera puteros de la universidad”, una proclama cuanto menos farisaica, dado que la inmensa mayoría del foro estaba conformado por mujeres, muchas de ellas profesionales del sexo, los agitadores golpearon con violencia los pupitres y ocultaron a las ponentes tras una pancarta. Después de unos minutos de tensión, las trabajadoras sexuales allí presentes con ayuda del personal de seguridad, consiguieron que los intolerantes desalojasen la sala para poder dar curso a la dinámica.
Un grupo de abolicionistas radicalizados tratan de sabotear el acto
Entre las conferencias se encontraban Mónica Martín, secretaria general del Sindicato OTRAS, quien tiene en su haber una dilatada trayectoria militante en la defensa de los derechos del trabajo sexual. Iris, trabajadora sexual feminista, y Josune Delgado, asesora legal de la organización sindical, quien dio comienzo a la dinámica con una exposición elegante que destacó por su concreción. De este modo, explicó las diferentes modalidades de trabajo sexual que coexisten en España y recordó que pese a que el legislador no hace una interpretación restrictiva de los delitos relativos a la prostitución, el Tribunal Supremo, por su parte, niega que la compraventa de servicios sexuales puedan darse en el marco de una relación laboral, lo cual encierra una importante contradicción. Definió el corte de las medidas que atañen a la prostitución en nuestro país como “prohibicionismo o abolicionismo suave”, profundizando en las diferencias teóricas que caracterizan ambas posturas. En su reflexión, Josune explica cómo los modelos que persiguen la demanda relegan el sector a la clandestinidad, rodeando la actividad de un halo de oscurantismo que favorece la proliferación de conductas delictivas en su entorno, entre ellas la trata.
Josune Delgado, ponente y asesora legal del Sindicato OTRAS
Prosigue la jurista estableciendo las distinciones entre regulacionismo y despenalización. Critica el modelo alemán al considerar que sobrecarga de obligaciones a las trabajadoras sexuales y propone el modelo neozelandés como la alternativa que reclama el Sindicato OTRAS; un modelo que apuesta desde 2003 por la despenalización y cuyos resultados avalan, según indica la experta, organizaciones de prestigio internacional como la Alianza Mundial Contra la Trata, el Grupo Greta (Grupo de Expertos en lucha contra la trata de seres humanos del Consejo de Europa) o Amnistía Internacional. Para ello desglosa la propuesta legislativa de su organización, una proposición caracterizada por colocar a la trabajadora sexual en el centro de las medidas que articula la norma. La medida parte de reconocer la actividad como expresión de la voluntad libre de la persona que la ejerce, sin ningún sesgo moral. Josune establece el acceso a derechos civiles como algo consustancial del derecho al trabajo, instando al reconocimiento del trabajo sexual como medio para desbloquear el acceso de las profesionales del sexo a la plena condición de ciudadanas. Finaliza su ponencia la asesora legal, detallando algunos aspectos relativos al carácter especial de la actividad y cómo estos se reflejan en el marco normativo propuesto.
Mónica Martín, secretaria general del Sindicato OTRAS
En el segundo tercio del acto, tras algunos apuntes sobre liberalismo realizados por Bianca, representante de LOLA, toma el testigo Miquel Bibiloni, responsable de OTRAS en Baleares, quien considera el carácter transversal de esta lucha como una realidad que trasciende la dicotomía clásica del eje izquierda-derecha. Tras su intervención, da paso a Mónica, líder del sindicato, quien nos invita a reflexionar a partir de la definición semántica de prostitución, comparando esta relación con otro tipo de relaciones que se dan en el ámbito sexo-afectivo en las que media una transacción económica enmascarada, pero que, sin embargo, están socialmente aceptadas por la moral dominante. Mónica hace un repaso de la evolución del movimiento pro-derechos desde los años ochenta, momento donde comenzaron a emerger los primeros colectivos de trabajadoras sexuales organizadas, pasando posteriormente a relatar las primeras propuestas regulatorias elevadas a la clase política durante los años noventa y la displicencia con que estos recibieron las reivindicaciones de las trabajadoras sexuales. Mónica ofrece una visión amplia del trabajo sexual y sus distintas expresiones, lejos del cliché. Recuerda la gestión municipal de la prostitución de calle que hizo el Ayuntamiento de Madrid y como ésta ha oscilado desde la concesión de espacios acotados durante el gobierno municipal del socialista Tierno Galván, hasta las políticas estigmatizantes de la popular Ana Botella. Estas y otras interesantes reflexiones nos deja Mónica, quien se despide resaltando que pese a los esfuerzos del sindicato porque hubiera políticos presentes en el acto, ninguno acudió.
Iris y Miquel Bibiloni interviniendo por videoconferencia
En la recta final y para colocar el broche al encuentro, toma la palabra Iris para recordarnos que en el Estado español el modelo abolicionista lo introdujo la derecha en el año 2002, mientras que la izquierda ha ido recrudeciendo su discurso durante todos estos años hasta convertirlo en un abolicionismo agresivo. Continúa hablándonos de su experiencia personal en el trabajo sexual, de cómo su contacto con esta realidad le permitió desmitificar muchos prejuicios relativos al sexo romántico y a las relaciones tradiciones. Iris no ofrece una visión dulcificada de la prostitución, precisamente por esto propone situar la asunción de derechos en el centro del debate. Cargó contra el feminismo punitivo que campa en las instituciones y niega el consentimiento. Frente a esto, propone un feminismo inclusivo y democrático que tenga en cuenta la voluntad de todas las mujeres, con independencia de su origen social y de sus aspiraciones personales.
El acto alcanzó su fin tras la apertura de un turno de palabras donde pudieron intervenir, entre otras personas, trabajadoras sexuales allí presentes, así como clientes de servicios sexuales que no temieron tomar la palabra para reconocer su condición de consumidores de sexo de pago. Todo ello ante una audiencia de más de 80 personas entre las que se encontraba un nutrido grupo de profesionales del sexo, así como empresarios y otros empleados del sector que se habían desplazado a la Universidad Carlos III de Madrid, en muestra de que el mercado del ocio adulto conforma una actividad económica completa que requiere de un marco de entendimiento entre sus protagonistas: las trabajadoras, los colectivos y los agentes implicados con las autoridades políticas, todo ello para elevar a la categoría política y jurídica de normal aquello que para amplios sectores de la sociedad cada día está más normalizada.
Grabación completa del evento relacionado.