La justicia no ve delito en los mensajes violentos que propaga la organización EMARGI que lidera Amelia Tiganus.
Chapa con mensaje violento.
Durante los últimos años en España ha habido un indiscutible aumento en el tono verbal contra el consumidor de servicios sexuales. Algunos lemas en manifestaciones y pancartas han hecho comunes frases como “putero violador”, “putero vigila tu espalda” o “putero vamos a por ti”. En twitter tuvo cierto eco la polémica de Andrea Fernández, diputada del PSOE publicando “uno de cada tres españoles paga por violar”. Posteriormente borró el mensaje.
Mensaje de twitter/X.
Pancarta amenazante en un paso peatonal elevado.
Manifestacion con mensajes violentos.
Pintada en espacio público.
Además de la escalada verbal, han sucedido actos de acoso físico con acciones sobre los espacios que albergaban actos de debate o no hostiles con la actividad del trabajo sexual. También pintadas en espacios públicos y vandalismo en las entradas a locales de alterne.
Fachada de un club vandalizada.
Espacio municipal vandalizado tras una charla.
Un paso más en la escalada supuso el hecho de que Amelia Tiganus comenzó a comercializar merchandising para financiar su actividad con esos mismos mensajes violentos en 2022 y 2023.
Ante la gravedad y tendencia de estos hechos, la Asociación StopAbolición inició una denuncia por incitar al odio a la asociación EMARGI de Amelia Tiganus.
Pese a todo lo relatado, la jueza al cargo de la causa no ha apreciado delito de odio en la propagación de los mensajes en su merchandising, toda vez que no considera que esos mensajes “vayan dirigidos a ningún grupo concreto”. La magistrada entiende que “las amenazas no vas dirigidas a atemorizar” y que “no tienen la gravedad suficiente”.
Razonamiento jurídico de la jueza asignada al caso.
Desde StopAbolcion queremos denunciar el doble rasero de la justicia a la hora de evaluar los delitos de odio en función de su ámbito. Desde nuestra plataforma condenaremos siempre cualquier tipo de violencia, ya sea física o verbal. Consideramos muy peligroso que proliferen este tipo de mensajes que insultan y agreden gratuitamente a los clientes de servicios sexuales, al tratarse indirectamente de un ataque velado a las trabajadoras sexuales y a la actividad del trabajo sexual en su conjunto.
Amelia Tiganus y su organización.
La querella original y la sentencia pueden consultarse aquí: